No es ningún secreto que el ex Presidente Andrés Manuel López Obrador ha sido un parteaguas en la política mexicana.
Además de su histórico triunfo en el 2018, y de su capacidad para fijar la agenda pública a lo largo de su mandato, también es de llamar la atención la forma que tuvo para sobreponerse a una derrota simbólica en las elecciones de 2021 (en las que su partido perdió parte de la mayoría legislativa que había ganado tres años antes) y transformarla en una aplastante victoria en 2024.
Los triunfos en las gubernaturas, las mayorías legislativas a nivel local y la mayoría en ambas Cámaras del Congreso de la Unión son, sin duda, producto de la contundencia con la que López Obrador decidió encarar la segunda mitad de su mandato, lo que también ayudó al contundente triunfo de Claudia Sheinbaum en la elección presidencial.
Pero además de todo lo anterior, López Obrador también deja escuela en la forma de hacer política.
No pocos actores políticos, especialmente dentro de su partido, han imitado la forma de hablar, frases, expresiones, gestos y modos del fundador de Morena.
Y junto con el ejemplo del habla, también ha dejado ejemplo en el actuar: pese a que desde el 9 de septiembre pasado se ha desatado una oleada de violencia, el Gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, puede decir que todo está “bajo control” porque el ejemplo que dejó el ex Presidente fue el de controlar la percepción de inseguridad a través de la narrativa.
Y así como el ex Presidente se levantaba todas las mañanas a dar instrucciones y buenos deseos como si se tratara de un encantamiento para implementar políticas públicas, la semana pasada en Yucatán, un funcionario dio por hecho un buen deseo que tuvo que ser desmentido por el Gobierno del Estado horas después.
Las declaraciones fueron de Bernardo Rejón Lugo, Coordinador de Servicios Generales de la Feria Yucatán Xmatkuil, quien aseguró a medios de comunicación que para la edición 2024 de la Feria sería posible pagar los $30 del boleto con el saldo de las tarjetas del “Va y Ven”.
Sin embargo, el mismo día que se publicaron las notas con sus declaraciones, el Gobierno del Estado tuvo que emitir un comunicado desmintiendo las declaraciones de su funcionario.
Porque no es lo mismo desear algo, que realizarlo. Y de continuar esta tendencia entre funcionarios de rango menor, la nueva administración estatal corre el riesgo de ocupar más espacios mediáticos corrigiendo errores cometidos por ímpetu (por no decir que en realidad se trató de una ocurrencia), que por verdaderamente hacer su trabajo.